22 de mayo de 2007

LA CENICIENTA DEL SIGLO XXI

¿Quién es el prototipo de cenicienta moderna? Pues según el director de Cine Bigas Luna, una joven (Verónica Echegui) que trabaja en un supermercado mientras sueña con convertirse en actriz; y a la que le encanta el hip hop, el tuning y como dice ella “su niño, el Jona”. Lo malo que en este caso el Príncipe Azul (Dani Martín) le sale más bien rana y le pone los cuernos. La Juani desesperada toma la decisión de marcharse a Madrid a cumplir su sueño, algo que no es tan fácil como ella pensaba…


El mensaje está muy bien: lucha por tus sueños y no te desanimes cuando no te salga a la primera, síguelo intentando hasta que se haga realidad. Sin embargo, le falta argumento y más fuerza a las situaciones que narra porque no llegan a calar.
Además, no creo que la juventud de hoy esté retratada fielmente en esta película, sobre todo el género masculino que queda bastante mal parado, aunque a lo mejor Bigas Luna tiene razón y los Prícipes Azules están en extinción…




15 de mayo de 2007

UNA DE MIEDO

Películas de terror hay miles y miles; y, es que, desde siempre eso de hacer gritar al público les ha gustado mucho a los directores. Pero hay dos clases de pelis de miedo: las de intriga (que tienen argumento) y las de “vísceras”, que son aquellas en las que los guionistas se han degollado los sesos pensando en cómo hacer las escenas más desagradables, y es que si pudieran, nos salpicarían de sangre para que saliéramos todos de la sala estupefactos y con el estomago revuelto (y no por el empacho de palomitas que la mayoría nos metemos cuando vamos al cine, ¡qué parece qué no hemos comido palomitas en la vida!).


No obstante, con vísceras o sin ellas, las cintas de miedo coinciden en una serie de topicazos que se repiten y se repiten, ahí van algunos de ellos:
  • El malo nunca se muere a la primera. Para acabar con él, habrá que dispararlo, acuchillarlo, electrocutarlo y ahogarlo.
  • Si quieres conservar tu vida y la de tu ligue, es mejor dejar las cosas íntimas para el final, ¡nada de relaciones sexuales! porque a los malos, no les debe hacer mucha gracia que los demás “pillen” y se divierten sorprendiendo a las parejas en las situaciones más comprometidas.
  • Él que se separa del grupo, tiene augurado un breve final.
  • Él o la protagonista adquirirá una fuerza sobrehumana además de una agilidad e inteligencia pasmosa (¿quién puede pensar cuándo te persigue un loco con una sierra eléctrica?) que le harán esquivar una y otra vez al loco de turno hasta que al final acabe con él.
  • Todo puede servir como arma (incluso un inofensivo lápiz) y todos los objetos o materiales se volverán en contra de todo aquel que esté destinado a morir pronto (es decir, los personajes de relleno) de forma trágica y, en ocasiones, un poco tonta aunque no por ello menos agobiante. El pobrecito amigo del protagonista caerá por una ventana y plof contra la valla del jardín, como un pinchito moruno; pero no os preocupéis el actor principal tendrá la suerte de desplomarse sobre un coche o sobre la hierba del jardín, que duele menos.
  • En las segundas partes (o terceras) es fácil adivinar que el protagonista de la anterior va a ser el único que sobreviva.















Sin embargo, tras esta enumeración de tópicos cabe señalar que todavía hay algunas películas que nos sorprenden; y sino es así pues, sinceramente, aunque sepas de antemano quién va a sobrevivir, el film no deja de ser entretenido y además siempre queda por averiguar qué trastorno psicológico o trauma infantil tiene el asesino.